INCORPORACIÓN DE LA IMAGEN DE JESUS DE MEDINACELI A LA SEMANA SANTA DE ÁVILA.

PRIMERA SALIDA EN PROCESIÓN.

 

Tras los actos celebrados con motivo de la bendición de la imagen, la Junta Directiva de la Esclavitud, comenzó a trabajar para preparar la primera salida procesional de la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli. Esta primera salida procesional tuvo lugar el día 24 de marzo de 1948.

 

La procesión partió del convento de San Antonio, sede de la Esclavitud, haciendo un largo recorrido hasta la Plaza de la Victoria, con regreso al convento por la plaza de Santa Teresa. En este desfile solo participaron hombres, participando 40 cofrades de la Esclavitud acompañados por encapuchados de la Juventud Católico Antoniana, la V. O. T. de San Francisco y representantes de otras Cofradías de la ciudad.

 

En este año de 1948, a través de la revista “El Joven Antoniano” (Pág. 274. Archivo del Convento de San Antonio) se solicita a todos los devotos de Jesús de Medinaceli que se  alisten como cofrades de la Esclavitud: Ya se cuenta con la imagen de Jesús, exactamente igual en todo a la de Madrid. Sobre el asunto de la imagen nos es gratísimo hacer presente y público, haber sido donada por una familia piadosa. A esta Esclavitud de Jesús puede alistarse toda clase de personas, hombres y mujeres, de todas las condiciones y edades. Es grande el entusiasmo que reina entre los devotos de Jesús y todo nos permite augurar un éxito rotundo. Díganlo sino los solemnísimos cultos que se han celebrado ya en la iglesia de san Antonio y en los que predico el reverendo Padre Victoriano Rodríguez, que culminaron con la imposición de escapularios el día 6 de agosto. Ya esta rayando al centenar el número de esclavos y espera la Junta Directiva, que sean muchos más. Para lo cual esta trabajando con gran celo y entusiasmo”. 

 

A partir de 1949 y hasta 1954, la Esclavitud cambia el lugar de salida de la procesión, haciéndolo desde la iglesia de la Magdalena. Cada año se incorporaban mayor número de cofrades y junto a ellos participaban en la procesión encapuchados pertenecientes a las cofradías de la Juventud Católico Antoniana, V. O. T. Franciscana, Acción Católica, Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús, Santa Veracruz, Angustias y Santo Sepulcro. Participaban también en la procesión la Banda de Cornetas y Tambores de Antigas y la Banda Municipal de Música, abriendo la marcha una escuadra montada de la Guardia Civil.

 

Año tras año subía el número de esclavos, alcanzando en 1950 el número de 150 y en 1951 pasa a 201. En este último año, la esclavitud estrena carroza para el Nazareno y adquiere una preciosa túnica bordada en oro por las religiosas Madres Adoratrices. En 1952, el P. Martiniano Casero, en una de sus muchas colaboraciones con los programas de la Archicofradía y refiriéndose a este año escribía: Continúan asimismo, las crónicas respirando admiración  y entusiasmo respecto al incremento cuantitativo de personas, valores y frutos logrados en inmediatos años sucesivos, en que son muchos los cofrades ingresados (ellos y ellas), con aumento siempre de visitas, confesiones, comuniones, promesas, conversiones, penitencias, caridad y beneficencia, que harán posible la apertura y mantenimiento, durante años, junto con el <Pan de los Pobres> y del <Comedor de Caridad>, para medio centenar de niños y niñas necesitados de la ciudad”. En este año el número de esclavos había aumentado a 240.

 

En el año 1953 se incorpora a la procesión la imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas, participando, por primera vez, encapuchados los esclavos de Medinaceli, con tunica y capirote morados y capa amarilla, con antorchas encendidas, cuyas llamas daban un impresionante aspecto a su presencia en torno a la imagen de Jesús Cautivo y Redimido.

 

El Padre Victoriano Rodríguez  convoca, en el año 1954, una reunión en convento de San Antonio con todas la Cofradías que tenían sede en el mismo, para pedirles que se uniesen todas en una sola procesión, en la procesión de martes Santo, con los cuatro pasos procesionales que había en el convento: Jesús de Medinaceli, El Calvario, Virgen del Mayor Dolor y Nuestra Señora de las Lágrimas, acompañados respectivamente por la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, Cofradía de Ferroviarios de San Antonio, Juventud Católico Antoniana y V. O. T. de San Francisco. La procesión cambia su lugar de salida y entrada de la iglesia de la Magdalena por la S. A. I. Catedral, haciendo su recorrido por las calles céntricas de la ciudad. 

 

Desde la llegada de la imagen a la ciudad se comenzaron a organizar actos en honor a la imagen de Jesús de Medinaceli y sobre todo el primer viernes de marzo, con el ejercicio del Vía Crucis en la iglesia de San Antonio. El Padre Guardián, fray Victoriano Rodríguez escribía un artículo dedicado a la figura de Jesús de Medinaceli en la revista “El Joven Antoniano” (Año 1956 – Pág. 306 – Archivo conventual de San Antonio), donde hacia los siguientes comentarios: (…) En Ávila, este año, habrán venido a San Antonio, donde Jesús de Medinaceli tiene sus reales, más de diez mil personas el primer viernes de marzo, día de los favores y bondades de Jesús ¿Quién atrae a estas almas? ¿También la superstición?... Concluyamos: Esto no es superstición, esto no es rutina, sino amor, devoción, gratitud, en la necesidad de pedir el remedio para nuestros males y Jesús quiere concederlo por medio de esta imagen; en ella tiene las manos atadas, también las tiene clavadas en la cruz, para que no témanos el acercarnos a Él y así podamos llorar tranquilos a sus pies y al levantarnos oír de sus labios ¡Vete en paz!   Hablen, hablen los favorecidos y callen los detractores”.

 

Durante una década, desde 1956 a 1966, la Archicofradía  de Jesús de Medinaceli continúa, todos los años, realizando las mismas actividades: procesión de martes Santo, triduo, Vía Crucis, fiesta del primer viernes de marzo. Solamente resaltar algunas curiosidades,  en el año 1957 la Banda Municipal de Música estrenó para la procesión de martes Santo, la marcha titulada “Jesús de Medinaceli”, adaptación del himno de esta imagen, realizada por el maestro D. Lucio Navarro y en el año 1958, la Junta Directiva, publicara una nota para sus simpatizantes: (…) “Ahora que todas las cofradías que integran la Semana Santa se desviven por atraer a sus filas el mayor número de hermanos, la Esclavitud de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, invita a todos los abulenses a que tengan devoción a esta sagrada imagen, a que se inscriban en sus filas, y especialmente invita a dos grupos numerosos que existen en la ciudad: a los abogados y a los excautivos”.

 

DECADENCIA Y DESAPARICON DE LA ARCHICOFRADIA

 

En 1962, después del traslado del Padre Victoriano Rodríguez al convento franciscano de Guadalajara, se empieza a notar una importante caída en el funcionamiento de las Cofradías que tenían su sede en el convento de San Antonio. Así lo hacía constar D. Eduardo González-Novo, el que durante tantos años fue tesorero de la Archicofradía en una amplia entrevista publicada en el Diario de Ávila el 1 de marzo del citado año: (…) “No es que la situación en que se encuentra actualmente la Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno sea precaria. Pero, en aquella época, hace aproximadamente diez años, tuvo su mejor esplendor. Los ingresos que se recaudaban, tanto en los cepillos, como en las mesas petitorias, cuotas y <<castigos>>, eran administrados por la Junta Directiva que reinaba. Un gran entusiasmo que se traducía a todos los esclavos. El deseo común era el de inscribir el mayor número de personas posible. Ha habido, incluso, esclavos de fuera de Ávila. Lo que ahora hace falta es que esa inyección de entusiasmo no decaiga… Hoy los ingresos se reducen a las cuotas (1,50 pesetas al mes) y a la recaudación de las mesas petitorias durante la novena y el triduo que se celebra todos los años. Por otra parte los desembolsos son cada vez mayores. Las baterías de la carroza, por ejemplo, han costado este año ochocientas pesetas, mientras que en los primeros tiempos eran totalmente gratuitas. Tan solo la salida del paso el martes Santo importa ya 1.500 pesetas y la procesión completa de 3.500 a 4.000 pesetas” (…). 

 

En 1964 comienza el declive de la Archicofradía, debido principalmente a problemas económicos y a la falta de personas que se hicieran cargo de la misma. Los mismos problemas estaban atravesando el resto de entidades participantes en la procesión de martes Santo, ya se recogía, en una reunión celebrada con posterioridad a la Semana Santa el siguiente comentario: “A pesar del poco apoyo ya existente, el martes Santo volvió a salir la procesión de Jesús de Medinaceli”.

 

El día 21 de marzo de 1967 se celebra la última procesión de Jesús de Medinaceli por las calles de Ávila en esta primera etapa, debido principalmente a dificultades económicas la Archicofradía dejaba de funcionar al no poder hacer frente a los gastos que ocasionaba la procesión. Igualmente fue la última salida procesional de la Juventud Católico Antoniana y de la Venerable Orden Tercera Franciscana, ambas por los mismos motivos.

 

A pesar de la desaparición de la Archicofradía los Padres Franciscanos siguieron organizando los actos en honor de la imagen, sobre todo celebrando el primer viernes de marzo.  

 

REFUNDACIÓN DE LA ARCHICOFRADÍA DE JESÚS DE MEDINACELI Y SU NUEVA INCORPORACIÓN A LA SEMANA SANTA ABULENSE

 

En el año 1987 un grupo de amigos decide reunirse y hacer las primeras gestiones para volver a poner en marcha, en Ávila, la Archicofradía de Jesús de Medinaceli. Este grupo movido por una gran ilusión, a pesar de las tremendas dificultades que encontraron, sobre todo económicas, y con la ayuda de otras muchas personas consiguieron llevar adelante su objetivo. Las primeras gestiones, una vez pedida la correspondiente autorización a la Padres Franciscanos del convento de San Antonio, para poder volver a salir nuevamente a la calle con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, van encaminadas a la  búsqueda de antiguos miembros de la Archicofradía de Medinaceli y de la Juventud Católico Antoniana para solicitarles información e invitarles a formar parte nuevamente de la Archicofradía.

 

Realizadas las primeras gestiones no se encuentran documentos donde se pudiera recoger información de la primera época (libros de socios, libros de cuentas, correspondencia, etc.) por consiguiente era prácticamente imposible la busqueda de antiguos hermanos. El día 25 de enero de 1988. se acuerda pasar invitación a la Cofradía de San Antonio para que coopere en la creación de la Archicofradía. En esta primera reunión se informa a los asistentes que en la próxima procesión se podría participar vestidos de nazarenos, de mantilla española y de paisano, siempre que estos fuesen al principio de la procesión, al vez que se nombra una Junta Gestora.

 

El 5 de febrero tiene lugar una nueva reunión en la que se decide encargar hábitos idénticos a los que llevaba la Archicofradía en sus primeros años y se solicita un préstamo a la Junta de semana Santa para la adquisición de hábitos y la carroza de Jesús de Medinaceli. A esta reunión acude una representación de la Cofradía de las Damas de la Soledad que se ofrecen a acompañar  a la Archicofradía en su nueva salida procesional.

 

El 14 de marzo tiene lugar una nueva reunión, a la que acuden 22 hombres, 28 señoras y 4 niños, quedando aprobada la primera Junta Directiva, una cuota de 500 pesetas anuales y regirse por los Estatutos de la Archicofradía Primaria de Madrid. Igualmente, por las mismas fechas, los Agentes Comerciales decidieron refundar la Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza para participar en las procesiones de este año.

 

Entre la Archicofradía de Jesús de Medinaceli y la de Nuestra Señora de la Esperanza se mantuvieron conversaciones y decidieron organizar conjuntamente la nueva procesión que se incorporaba a la Semana Santa abulense. El martes Santo, 29 de marzo de 1988, la Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza y la Archicofradía e la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, con sus imágenes titulares, salen nuevamente en procesión después de veinte años de ausencia en la Semana Santa.

 

Un año más tarde vuelve a salir en solitario la imagen de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, pasando la de Nuestra Señora de la Esperanza al lunes Santo. En la procesión de Medinaceli figuraban ya más de 250 encapuchados, además de señoras vestidas con mantilla española, pertenecientes a la propia Archicofradía, a la Asociación de Viudas Católicas, a la Asociación de las Amas de Casa y a la Cofradía de las Damas de la Soledad.

 

Es en el año 1990 cuando la procesión de Medinaceli comienza a parecerse a las organizadas en su primera época, pues junto a la imagen de Jesús de Medinaceli se incorporan la Virgen del Mayor Dolor, Nuestra Señora de las Lágrimas y el Calvario, aunque sin las cofradías que durante tantos años los escoltaron.

 

INCORPORACIÓN DE NUEVAS IMÁGENES A LA PROCESIÓN

 

En el año 1991 se incorpora a la procesión de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli una nueva imagen, con la advocación de las “Lágrimas de San Pedro”, procedente de la parroquia de San Vicente, que la cede expresamente par la procesión de martes Santo, permaneciendo el resto del año en la cripta de la Virgen de la Soterraña. A finales de este mismo año, la Junta Directiva realizó gestiones para incorporar una nueva imagen, un Cristo Yacente que recibía culto en el vecino pueblo de Niharra.

 

Esta imagen ya había sido solicitada por la Junta de Semana Santa de Ávila en 1962. Treinta años después de los intentos fallidos para que el Cristo participase en la Semana Santa de Ávila, la Junta Directiva de la Archicofradía de Medinaceli se puso en contacto con distintos estamentos del pueblo de Niharra con el objeto de que el Santísimo Cristo participase en la procesión de martes Santo. La acogida por parte de las autoridades civiles y religiosas y varias personas del pueblo fue magnífica, llegándose muy pronto al acuerdo de la cesión de la imagen para el martes Santo. Comunicado este acuerdo a la Junta de Semana Santa de Ávila, fue pésimamente acogido por la Junta y sobre todo por el Real e Ilustre Patronato Nuestra de las Angustias y Santo Sepulcro, lo que llevó a un enfrentamiento entre ambas Entidades. La Junta de Semana Santa procedió a una votación entre los miembros de la Asamblea que la componen resultando un amplio “no” a la salida del Santísimo Cristo en la Semana Santa de Ávila.

 

El resultado de la votación, que contaba con el visto bueno del Administrador Apostólico que acataba la decisión tomada en votación, contrario a las intenciones de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, no gusto a esta en ningún momento, que intentó buscar otro tipo de soluciones.  Después de mantener nuevas conversaciones, con la Junta de Semana Santa, Administrador Apostólico, Patronato de Nuestra Señora de las Angustias y Santos Sepulcro y otras cofradías miembro de la Asamblea de la Junta de Semana Santa, en las cuales la Archicofradía de Medinaceli aceptaba que el Santísimo Cristo saliese sin la urna, como Cristo Yacente, se celebran nuevas votaciones, en este caso favorables a la Archicofradía, por el que en la procesión del año 1992 se añade a los cinco pasos que ya participaban un sexto paso: “El Santísimo Cristo de Niharra”, acompañados de más de 700 cofrades de hábito y 100 cofrades con mantilla española.

 

La imagen desfiló por primera vez el día 14 de abril, martes Santo, acompañada de 40 hermanos encapuchados del pueblo de Niharra y de ella decía D. Félix de la Heras, en su libro “Semana Santa de Ávila” la siguiente descripción: “Representa esta preciosa talla a Cristo yacente; su cabeza ligeramente inclinada, descansa obre un almohadón; los brazos extendidos sobre el sudario; la boca y los ojos entreabiertos, producen el impresionante realismo que constituye el objetivo principal del artista, que supo captar con profundidad el momento impresionante de Cristo en el sepulcro y realizarlo con la belleza artística que lo caracteriza”.

 

En este mismo año la Archicofradía de Jesús de Medinaceli adquiere una nueva talla para su procesión del martes Santo, el Nazareno del Perdón, obra del escultor D. Víctor González Gil, que fallece antes de policromar la talla, teniendo que realizarse esta operación en los Talleres de Restauración del Obispado de Ávila, por D. Manuel Aranda Corihuela. La imagen fue bendecida el día 20 de noviembre en la iglesia de San Antonio por el director espiritual de la Archicofradía, P. Victorino Terradillo. En este acto, además de los numerosos fieles que llenaban el templo, estuvieron presentes las primeras autoridades abulenses, miembros de las distintas cofradías y hermandades de la ciudad y Junta de Semana Santa de Ávila.

 

En el año 1995 deja participar en la procesión la imagen del Cristo de Niharra, debido a varios problemas surgidos en el pueblo, principalmente la oposición de bastantes personas de avanzada edad que mantenían la idea de que cada vez que el Cristo salía del pueblo se producía una desgracia en el mismo. Esta talla es sustituida por la Archicofradía con otra talla de Cristo Yacente que se encontraba en el convento de San Antonio, una talla de madera pulida y encerada realizada por Ricardo Granda en 1942.

 

I CONGRESO NACIONAL DE COFRADÍAS DE NUESTRO PADRE JESÚS DE MEDINACELI, CAUTIVO O RESCATADO

 

Los días 29 y 30 de abril de 1995, la Archicofradía de Jesús de Medinaceli es la encargada de organizar el I Encuentro Nacional de Cofradías de Jesús de Medinaceli, Cautivo o Rescatado al que acuden 141 congresistas de 33 hermandades de distintas localidades de la geografía nacional, además de otros 30 hermanos de la Archicofradía.

 

La celebración de este I Congreso constituyó un rotundo éxito, a tenor de las felicitaciones, tanto verbales como escritas, recibidas por esta Archicofradía. También fue recogido ampliamente por la prensa nacional, destacando las crónicas publicadas en los siguientes diarios: Diario de Ávila, Ávila Semanal, Norte de Castilla, El País, ABC, La Ciudad (Ceuta), La Verdad (Albacete) y Diario de Levante (Valencia).

 

Con motivo de la celebración de este congreso, la Archicofradía estreno un libro de firmas, que fue inaugurado con la firma y dedicatoria de la Duquesa de Medinaceli y su hijo, el Duque de Segorbe. Así mismo la Archicofradía recibió numerosas distinciones de las cofradías participantes. Actuaron como ponentes el P. Inocencio Egido, Prior del convento de P. Capuchinos de Madrid; D. Antonio Cañizares, Obispo de Ávila y D.  Juan Moya, Presidente de la Comisión Jurídica de las Cortes.

 

LA ARCHICOFRADÍA HASTA NUESTROS DÍAS

 

En estos últimos años la Archicofradía no ha sufrido cambios sustanciales en cuanto a la celebración de actos religiosos y de la procesión de martes Santo. Pero que si que han sucedido cosas que conviene resaltar:

 

En el año 1997 se celebra el cincuentenario de la fundación de la Archicofradía con la organización de diversos actos, entre los que cabe destacar la confección de una revista que recoge parte de la historia de la Archicofradía, se celebran conferencias en los salones del Convento de San Antonio; conciertos musicales, en el que la Banda de Música “Ciudad de Ávila” perteneciente a la Asociación cultural Medinaceli estrena la marcha “Jesus de Medinaceli”, compuesta por Juan Carlos de la Fuente expresamente para la ocasión; se adquieren tres estandartes para los pasos de Jesús de Medinaceli, Virgen de las Lágrimas y Nazareno del Perdón, que son bendecidos en la eucaristía celebrada en el día de la fiesta principal, además se hicieron entrega de varios recuerdos a personas que habían colaborado durante estos años de manera destaca con la Archicofradía.

 

En este año pasó a formar parte de la Archicofradía, como hermano de número  el Cuerpo Nacional de Policía, representado por la Comisaría de Policía de Ávila.  Durante la celebración del cincuentenario de la Archicofradía le fue entregado al Cuerpo Nacional de la Policía un pergamino, en el que se hacía constar su nombramiento como cofrades de Jesús de Medinaceli. Desde ese momento la imagen de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli va escoltada en todas sus salidas procesionales por el Cuerpo Nacional de Policía, además de desfilar tras el paso un nutrido grupo de alumnos de la Escuela Nacional de Policía cada martes Santo.

 

El Diario de Ávila del  día 9 de marzo de 1997, publicaba: “El cuerpo Nacional de Policía es desde el viernes cofrade de número de la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, siendo la primera Institución que recibe tal reconocimiento. Desde la Cofradía  se ha asegurado que  es una satisfacción que la Policía haya pasado a formar parte de la misma. Fue la propia Policía quien solicitó ser cofrade, petición que fue aprobada por unanimidad. Anteayer viernes, fiesta principal de la Archicofradía que coincidió con el 50 aniversario de su fundación en Ávila, le fue entregado un pergamino al Cuerpo Nacional de Policía en el que se le reconocía como cofrade de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli. El diploma fue recogido por el Comisario Jefe de la Comisaría de Ávila, Ángel Dilla, en nombre del Director General de la Policía, que disculpo su asistencia”.

 

En algunas ocasiones el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli ha sido presidido por el Director General de la Policía Nacional.  En el año 1998 fue el encargado de hacerlo D. Juan Cotino, acompañado por el Hermano Mayor de la Archicofradía y por el Comisario Jefe de la Comisaría de Policía de Ávila, D. Ángel Dilla Aníbarro y en el año 2002 lo hizo D. Agustín Díaz de Mera.

 

En el año 2002 la Archicofradía celebra actos (conferencias, conciertos, mesas redondas, etc.) en honor del fundador de la misma, el P. Victoriano Rodríguez Germain, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, inaugurándose en la fachada del convento de San Antonio una placa con el lema del padre Victoriano “Comienza, trabaja, confía y triunfa”. En este año, se publica el libro “Historia de la Real e Ilustre Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli” del que es autor el Hermano Mayor de la misma, D. Emilio Iglesias Velasco.

 

El día 9 de febrero del año 2003 se celebró la clausura del I Centenario del Nacimiento del P. Victoriano Rodríguez, celebrándose una eucaristía que estuvo presidida, al igual que la apertura, por el P. Pedro Ruano de Santa Teresa, Ministro Provincial de la Provincia de San Gregorio Magno de Castilla, con el que concelebraron los P. Franciscanos José Martín Hernández, Prior del Convento de San Antonio de Padua de Ávila; Vicente Bazán, párroco de la iglesia San Antonio de Padua; Martiniano Casero, Antonio Jesús Bravo Duran y Carlos Bermejo Cabezas, todos ellos franciscanos del Convento de San Antonio de Padua.

 

Durante estos últimos años la Archicofradía ha intervenido con sus siete pasos en la procesión de martes Santo, acompañando a los mismos más de 1.000 hermanos, lo que la convierte en la procesión con mayor participación de cofrades de cuantas participan en la Semana Santa abulense. En su desfilar recorre el exterior de la zona amurallada y las calles palaciegas del interior, lo que la hace tener uno de los mejores marcos de los desfiles procesionales de nuestra Semana Santa. También participa en la procesión del domingo de Ramos acompañando a la imagen de “La Borriquilla” y el viernes Santo, en la procesión general  acompañando a la imagen de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli.

 

Textos: Emilio Iglesias Velasco

 

 

 

 

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